Las diferentes metodologías para el aprendizaje de la historia son interesantes e innovadoras. Todas de una u otra manera se interrelacionan para coadyuvar el proceso de la enseñanza-aprendizaje. La metodología que llama particularmente la atención es la de la situación-problema pues resulta benéfica para la enseñanza de la historia y también de otras asignaturas porque estimula la construcción del conocimiento por parte de los alumnos, los vuelve analíticos, críticos, reflexivos y los ayuda a sentirse y reconocerse como parte de una sociedad y de una historia, le proporciona a los alumnos las herramientas necesarias para el desarrollo de competencias.
El obstáculo en su aplicación se daría si el docente no tiene una claridad en los pasos a seguir y que implica una minuciosa planeación.
La narración también es de gran utilidad en el proceso de enseñanza de la historia porque coadyuva a la situación problema porque proporciona una información más amplia sobre los diferentes temas a tratar.
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